No te preocupes, estoy bien -si, como no-

Llegué a entender racionalmente que lo que más me debe importar en éste año es mi estudio y mi promedio en el examen del estado, dejando todo lo demás a un lado. ¿Pero qué pasa cuando lo que no creías que pasaría, pasa? No lo sé, soy una tonta a ratos y dejo que las cosas de interpongan en mi camino, de seguro es pura inmadurez -aunque madurez venga siendo el adjetivo más incorrecto para mí- que está presente en mí aveces. Entonces, de acuerdo a lo planeado, todo está concentrado en mis estudios, mi buen promedio y en no ponerle atención a nada más; Facebook se ha ido a un lado, la granja también, incluso el Messenger, no lo sé, me volví tan asocial que no soporto conectarme y ver quiénes me empiezan a hablar sin ser llamados (?) pero la verdad es que quiero estar sola, completamente sola de todo y todos, la vida se vuelve una monotonía, sí, pero la monotonía nunca mató a nadie -supongo- pero y qué, que no me conecte al Messenger no significa que no tenga vida social... (llamándole vida social a el colegio en sí, mis 'amigas' son un fastidio, no las soporto, todo lo quieren a su manera) y que J haya aparecido de repente en mi vida. Sí, J me ha 'salvado' ya unas contadas veces de que me mate desangrada y de morir de inanición. No, no planeo hacerlo de mala gana, pero cuando el alma está vacía no quiero nada y supongo que las cuestiones cotidianas de la misma vida me enseñan que no solo es vivir para ser flaca, sino aprender a vivir anoréxica -genial, vengo hoy peor que antes-. J, J, me veré con J este miércoles, se supone que era hoy pero me he plantado en casa a dormir toda la tarde: las clases los sábados a las 7 de la mañana me tienen muerta, por no decir que un zombie recorre un área del mundo, y entre semana duermo como máximo unas cinco horas desmadrándome haciendo los deberes o estudiando las materias que me joden.

Según la última entrada que hice, decía de lo de mi tratamiento. Ok, el tratamiento va bien, el 'meljurge' si está dando resultados pero me jode la comida, como siempre. He comido, me he atracado, he dejado de comer y no lo sé, me ha empezado a dar más igual que antes. Que me metan comida por los codos me vale, pero lo que realmente me carga, es que después de casi dos meses sin vomitar, lo hice: por tonta, por tragona, por quitar el pedacito de hambre que tenía, por tonta. ¿Que he subido? Ya lo creo, en clase de deportes nos han querido pesar para mantendernos en un proyecto este año para ver qué tanto hacemos: 59.6 kilazos se han plantado en mi... Es decir, van casi dos meses en el mismo MISMO número... Al menos no subo y me contento con eso, pero sabiendo cómo son las cosas, siempre se quiere más. Que me la pase haciendo ejercicio casi desmayándome y aún así, desmayándome en clase de deportes, sigo igual. Las comidas diarias son un desastre, de por sí que como por mi bien y punto. Quiero acabar con este tratamiento ya aver qué pasa. No lo sé, el tratamiento me jode, pero bueno, es por mi bien ¿no? J me ha apoyado y ha sido mi pretexto para comer. No lo sé, hablo con el y todo cambia, las cosas pasan a un segundo nivel en el que no me importa qué pase, si como bien y si no, pues también. Que me coma un helado con el me vale madre, que me coma un trozo de pizza con el, también... Luego viene la mala rebeldía de querer vomitarlo, pero no me quiero ver involucrada en una bulimia nerviosa por el momento -por el momento, genial, sigo así y mañana soy un cuerpo sin sangre-. He decidido comer por lo menos unas 500 calorías diarias, me contento con eso y los demás. Que me coma el cereal, un trozo de carne de soya y de nuevo el cereal me va bien. Que si la medicina afecta... Claro, me mata, el sabor es realmente desagradable, es puro mineral; y que el meljurge afecte también, claro, que le meta a mi cuero cabelludo cuatro alcoholes, dos aminas y una cetona me mata, me mareo al solo aplicármelo. Pero bueno, es por mi maldito bien de una buena vez.


Hoy tenía la fiesta de graduación de un amigo psicólogo -de seguro Nightmare irá- y me de resignado a no ir. Mi relación con mi padre ha estado muy débil estos días por aquello de que por qué no me como el emparedado de atún con la malteada de vainilla en las noches, por lo que escasamente le dije que tenía la fiesta pero, según todo, no me dejó. Por otro lado, tengo mi boleta para el concierto de Coldplay en mi ciudad el jueves que viene, todo lo saqué del dinero diario que me daba papá para mi comida de media mañana, pero sabiendo cómo son las cosas, después de tener la boleta, no me dejará y yo lloraré por cinco semanas, ¿realmente en dos meses ahorré $60 dólares? Debo seguir así para tener más dinero y hacer lo que me plazca. J me ha dicho que iría conmigo si así lo quisiera, me he dicho a mi misma que tengo que ir, a costa de todo, pero con J todo sería diferente, no estaría realmente en el concierto...Sí, solo estaría para él. ¿Qué coños me pasa? Después de que dije que lo que sintiera por alguien sería realmente falso, que el día de San Valentín no era el mío porque Cupido se olvidó de mí o que el amor simplemente no es para mí: el corazón no me da y me derrito con solo escucharle la voz. ¿Seré apta para ésto? No, la respuesta sería no, pero ya es demasiado tarde para retractarme de mis sentimientos y decirle un NO a él, es como caer en el vacío de muerte, no puedo darme ese lujo.


Y ahora que son más notables los huesos -y no entiendo por qué si sigo en los mismos kilazos de enero- mi padre se ha plantado en decirme que estoy muy flaca, que estoy bien así, y mucha gente me lo dice también. No, escasamente unas cuántas personas saben del desorden que tengo, pero no significa que ahora todos me digan que pare. Debería, lo sé, me mata la cabeza, el dolor de cabeza intenso, la hipotermia ha vuelto y me han quedado las uñas de un color morado-azulado todos los días, el ejercicio me mata todos los días: pero es notorio que no quiero ser el marrano de la granja. Ver en el espejo todos los días a la pequeña pero gorda elefante me hace pensar lo peor. Que mis piernas no son iguales, lo acepto, que mi bubbs han bajado, lo acepto; pero la grasa sigue ahí. -¡Qué cosas tan realmente grandes aparecen en el espejo, mírate tus piernas, tu espalda, tu abdomen, Camila, están demasiado grandes, de una buena vez ya deja de comer! Sigue con tu restricción- además, éstos días de depresión que nadie nota, excepto J, he querido verle la cara a Pilar. Pilar se volvió la persona más odiada por mí. Lo sé, es darle impoetancia, pero que se la pase haciendo comentarios realmente repulsivos sobre qué hizo y qué hará y con quién, me carga. Que si saldrá con sus amigas -excluyéndome aunque me resigné y todo quedó mal y no me interesa lo de antes-, que si se verá con tal chico, que si hará la tarea, que si se compra la ropa de Zara -aunque, amiga, te quedaría realmente mal porque eres gorda-, que si saldrá a divertirse un viernes en la noche... Esos comentarios me mantienen en un estado de agresión contra ella todos los días, y más los sábados diciendo qué hará en la tarde y noche. Debería darme igual ¿no? En fin, creo que me iré a comerme el emparedado de atún, sólo que con un jugo de 10 calorías.